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Arquitectos: Arce&Westermeier
- Área: 200 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Nicolas Saieh
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Proveedores: Topwood

Descripción enviada por el equipo del proyecto. En Valdivia, Región de Los Ríos, con lluvias persistentes y luz cambiante, el encargo pidió una Vivienda capaz de ofrecer resguardo sin perder amplitud. La referencia de partida fue el "techo" sureño como gesto unitario y la voluntad de separar dos escenas: un frente concurrido y controlado hacia la calle, y un patio posterior protegido que concentre la vida cotidiana. También nos interesó trabajar con materiales que hablen por sí mismos: el acero corten por su envejecimiento visible y honesto, y la madera por su calidez táctil y su lectura unitaria.

El desafío principal fue equilibrar apertura y privacidad en un barrio de tránsito constante, controlando vientos y asoleamiento con el mínimo de recursos formales. Sobre esa premisa, el proyecto se organiza a partir de una base resistente de corten y una caja superior de madera termotratada. Más que oponerlos, se articulan por desempeño y expresión: abajo, el corten modulado dialoga con el ritmo de las aberturas, se cierra al frente para resguardar la intimidad y se abre al jardín para prolongar el estar exterior; arriba, la caja se plantea como volumen monolítico de cierre estable en todos sus frentes, perforado con vanos precisos.


Optamos por una estructura mixta de acero y madera con envolventes ventiladas de mantención simple. En el primer nivel, paños vidriados de piso a cielo vuelcan el interior al patio; el pavimento de hormigón pulido unifica estar, comedor y cocina en una planta libre, mientras una escalera metálica plegada suspendida por tensores actúa como artefacto central y filtro entre espacios. La madera termotratada reviste íntegramente la caja en muros, cubierta y cielos interiores, reforzando la lectura monomaterial. El corten acepta la intemperie como parte de su expresión y establece una base robusta.

La configuración final contrapone la libertad programática del primer piso con una planta contenedora en el segundo, donde dormitorios, baños y un estar íntimo se ordenan con economía de circulaciones. Hacia la calle, una ventana corrida forma un rasgo horizontal que acentúa la condición hermética del frente; en los laterales y hacia el jardín, perforaciones controladas afinan privacidad, iluminación y encuadres. El voladizo de la caja genera un umbral habitable para días de lluvia. En definitiva, la casa equilibra resguardo y apertura, expresividad material y uso cotidiano, vinculando con sencillez la vida interior al patio valdiviano.


















